Una saga de traumatólogos ligada al Albacete Balompié.
Todo empezó cuando, allá por la década de los cincuenta, llegó a Albacete un médico madrileño apasionado del fútbol. Se llamaba Eduardo Rodríguez-Vellando y se convertiría en el primer traumatólogo de la provincia. Aquella afición por el deporte lo llevó a entrar en la directiva del Albacete Balompié y, debido a su especialidad, a tratar a los futbolistas de forma altruista.