COVID 19, ¿Cómo afecta a la salud articular de la mujer? Artrosis de rodilla.
• La COVID 19 no sólo ha afectado a la salud de nuestros pulmones y vías respiratorias. Las medidas para contener su propagación, han favorecido el desarrollo y empeoramiento de otras enfermedades como la artrosis.
• La salud articular de las mujeres se ha visto mayoritariamente perjudicada, debido a sus particulares características fisiológicas.
El nuevo virus del COVID 19, ha supuesto una ruptura total en la forma en que concebimos nuestra vida cotidiana, para la protección de nuestra salud y la de los que nos rodean. Hemos tenido que aprender nuevos términos como «distancia social», «aplanamiento de la curva» y acostumbrarnos a incorporar el uso de mascarillas en nuestro día a día.
Lo que conocemos de la enfermedad de momento no es demasiado. Sabemos que afecta fundamentalmente a los pulmones y a las vías respiratorias, entonces, ¿Tendría algún sentido relacionar COVID 19 y artrosis? Sí, lo tiene, ya que si consideramos los términos que mencionamos al principio, para aplanar la curva necesitamos evitar el contagio, esto es, mantener la distancia social y permanecer en casa. Quedarnos en casa supone un incremento de la vida sedentaria, lo que, para los enfermos de artrosis, puede resultar muy perjudicial para su salud.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta a todos los tejidos de las articulaciones, tanto al cartílago como al hueso, ligamentos y músculos. Es más frecuente que se produzca en cadera, mano y rodilla.
En el caso de los enfermos de artrosis de rodilla, éstos padecen rigidez articular y fuertes dolores, que en un primer momento experimentan con el movimiento de la articulación, ya sea al caminar, subir escaleras o sentarse, pero que después también perciben en reposo.
Con el paso del tiempo se produce la deformidad progresiva de la articulación, y una disminución de la movilidad hasta la pérdida total de la misma y, por tanto, de la autonomía.
El grado de incidencia de la artrosis de rodilla, se relaciona con la edad del paciente, aunque también puede deberse a una determinada ocupación laboral, el exceso de ejercicio físico o ser consecuencia de una lesión previa. [1]
¿Y por qué nos referimos a las mujeres en particular?
Hemos destacado la salud articular de las mujeres porque los estudios indican que las personas más proclives a sufrir esta enfermedad son los mayores de 50 años, pero con una clara diferencia entre hombres y mujeres, ya que, en el caso de la artrosis de rodilla, supondría un 13% de las afectadas frente al 10% de los hombres.
Estos estudios se basan en las imágenes obtenidas a través de resonancia magnética, que muestran que el volumen de cartílago articular es menos importante en la mujer que en el hombre. [2]
Otro factor que favorece la artrosis de rodilla es el exceso de peso, ya que supone una sobrecarga que provoca un mayor desgaste de la articulación, especialmente en el caso de la cadera y la rodilla, con mayor incidencia en la mujer que en el hombre y más frecuentemente en la rodilla que en la cadera. [3]
En consecuencia, las mujeres tienen mayor tendencia a sufrir artrosis de rodilla y, especialmente, tras la menopausia (45 – 55 años), padeciendo en este caso mayores dolores articulares y una fase más avanzada de la enfermedad. [4]
¿Qué tratamiento se emplea para la artrosis de rodilla?
El objetivo de los tratamientos de la artrosis de rodilla, es mejorar la calidad de vida del paciente, ya que el intenso dolor que puede llegar a experimentar afecta no sólo a su actividad laboral, sino también a su vida personal y por supuesto a la realización de ejercicio físico.
Por tanto, lo más importante es tratar de eliminar el dolor y eso puede conseguirse de forma rápida empleando los siguientes tratamientos:
Corticoides: Se administran dentro de la articulación mediante una infiltración, siendo especialmente útiles en el caso de pacientes que presentan signos de inflamación. Su uso se recomienda de manera puntual, ya que se ha demostrado que a largo plazo deteriora el cartílago articular.
Ácido Hialurónico: Se infiltra dentro de la articulación y permite un alivio sintomático gracias a su efecto lubricante.
Factores de Crecimiento Plaquetario: Se trata de una técnica biológica que consiste en extraer una muestra de sangre del paciente que posteriormente se somete a un proceso de centrifugación.
Este proceso, permite la separación de sus componentes y la obtención de Plasma Rico en Plaquetas (PRP), que contiene las proteínas responsables de la reparación y regeneración de los tejidos y hueso.
Por último, la porción de plasma rico en factores de crecimiento se infiltra en la zona a tratar. Los últimos ensayos clínicos avalan el uso de factores de crecimiento plaquetario para tratar la artrosis de rodilla de forma eficaz, ya que consiguen retrasar su desarrollo, logrando así mejorar la calidad de vida de los pacientes
En función de la lesión a tratar, puede ser conveniente la combinación en las infiltraciones de PRP con Ácido Hialurónico, para favorecer la recuperación de la lesión.
También es importante la realización de ejercicios específicos de fisioterapia, pautados por un experto, que nos ayude a mejorar la movilidad de la articulación, reduciendo así el impacto de la enfermedad sobre la misma, tratando de retrasar su desgaste.
En cualquier caso, todos estos tratamientos deben acompañarse por un estilo de vida saludable, es decir, la práctica habitual de ejercicio físico moderado y seguir una dieta equilibrada que nos ayude a mantener un peso adecuado.
Practicar ejercicio físico y evitar la obesidad, contribuirá a la mejora de la calidad de los tejidos de la articulación, consiguiendo disminuir la sobrecarga. [5]
En definitiva, el estilo de vida saludable se ha visto irremediablemente afectado por la COVID 19. No sólo el confinamiento, el cierre de gimnasios y centros deportivos ha supuesto esa falta de movilidad y ejercicio físico tan necesario para los enfermos de artrosis, sino que también el temor al contagio que se ha generado entre la población, ha provocado que muchos pacientes hayan dilatado visitas necesarias y urgentes al traumatólogo, soportando dolores que pueden ser síntoma de una causa grave.
Podemos garantizar en este sentido, que los pacientes pueden acudir con total confianza y seguridad, a sus citas con el traumatólogo.
En Clínica Vellando estamos cumpliendo escrupulosamente todos los protocolos de actuación y recomendaciones establecidas por el Ministerio de Sanidad y por la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Además, contamos con amplias salas de espera que garantizan un contacto mínimo entre pacientes y hemos reducido el número de citas diarias para favorecer ese distanciamiento.